Desde el lado tributario, la medida más usada es la de implementar ciertos impuestos graduales a productos y/o servicios que afecten directamente al medio ambiente, generando de este modo un instrumento punitivo donde su principal fin es el de corregir ciertas fallas del mercado. Todo lo anterior se resume en implementar un impuesto de carbono donde paga el que contamina.
Otra forma de hacer frente al calentamiento global generado por diversos agentes contaminantes, es reformando el IVA (Impuesto de Valor Añadido). El modelo que explica esta reforma se llama Damage VAT (DaVAT); en síntesis, este modelo invita a migrar de un IVA a un DaVAT para generar tasas según el análisis del ciclo de vida The Life Cycle Assessment (LCA) del producto o servicio.
i. IVA uniforme de alícuota única y baja (UVAT), aplicado de manera generalizada a todo tipo de bienes o servicios.
ii. Recargo que refleja el daño global de cada bien y servicio (GDT), calculado según estudios genéricos de análisis del ciclo de vida.
iii. Recargo para compensar a determinados países por problemas ambientales, sociales o éticos específicos (SDT).