Hoy en día una constante es el cambio, cambios radicales en las formas de gestión en el mundo, las crisis de diversos tipos, como el incremento de riesgos, incluido el fraude, la corrupción, el lavado de activos, así como también las afectaciones a la estabilidad organizacional y ambiental, principales consecuencias que traen para las compañías, también los riesgos, accidentes laborales y otros conflictos, que cada vez son más complejos y difícil de afrontar en los nuevos escenarios. El vertiginoso desarrollo en la tecnología, que han dado lugar al crecimiento empresarial a nivel mundial, que implícitamente además han provocado que las organizaciones se enfrenten a inciertos desafíos, como nuevas contingencias e impactos; siendo en ello importante, los roles de reconocimiento en la gobernabilidad y su posicionamiento.
Un Gobierno Corporativo, es la mejor forma en que una compañía gestione sus procesos para buscar el éxito empresarial, que no solo depende solamente de la buena voluntad o de una declaración de intenciones, sino de acciones concretas y coherentes con una conducta de integridad. Que incluye establecer una serie de normas, comportamientos y acciones dentro de las estructuras directivas de la empresa, sus costumbres, valores basados en la moral, la ética y la justicia, así como las políticas, y los principios éticos que deben orientar las actuaciones de la compañía, abarcando todas las relaciones entre el cuerpo directivo de una empresa, su Consejo, sus accionistas y otras partes interesadas, dentro de la organización como en su relación con terceros, proveedores, reguladores, competidores y otros agentes sociales.
Razones de aplicar una buena gobernanza, y la ayuda que proporciona gestionar los riesgos Empresariales, que son continuos, diversos, complejos y de heterogéneos impactos en las organizaciones; de allí su importancia, en la gobernanza, visualizando, planificando, dirigiendo, ejecutar, controlar y mejorar los procesos para el logro de los objetivos, sin dejar de lado la sostenibilidad.
El valor de la gestión de riesgos y la buena gobernanza, contribuyen a la eficiencia, seguridad y buenas decisiones, en cuanto a las acciones a seguir en función de los impactos positivos o negativos, a la reducción de costos, la disminución de actividades redundantes y el impacto de las operaciones que permitan una mejor administración, seguimiento y fiscalización de los distintos procesos. Permitiendo también advertir fraudes, malos manejos, y comportamientos indebidos, entre otros riesgos.
Permitiendo a las organizaciones, evaluar estrategias para obtener ventajas competitivas, un mejor ambiente en la toma de decisiones por la Alta Dirección, buena reputación, competitividad, mejores calificaciones de financiamiento, un escudo de protección patrimonial, el aprecio y la confianza de los inversores, imagen de una atractiva organización, con la capacidad de atraer y retener a los colaboradores, mantener la motivación, identificación y el compromiso, con mejor rendimiento o desempeño de todo el personal de la empresa.
Es de suma importancia señalar, las lecciones mundiales de actos ilícitos, fraude, corrupción y los graves daños al patrimonio, como a la reputación empresarial que son de todo tipo, y que cada día se incrementan en todo el mundo y que a su vez, día a día demandan un robusto Gobierno corporativo, que no es suficiente, debe ser eficaz y oportuno, estructurado con indicadores de monitoreo y seguimiento basado en una independiente gestión de Riesgos Operacionales, dado que el prescindir de ello, estaremos sujetos ante las inciertas inclemencias de incurrir o encontrarnos inmersos en un escándalo corporativo que puede hacer fracasar la Empresa.
Enron Corporation uno de los casos más destacados de fraude de la historia corporativa, asumió riesgos en forma irresponsable, inició negocios fuera de su “core business”. Aparentemente, el apetito de riesgos de la “alta dirección”, fue uno de los principales factores que llevó a la organización a la quiebra fraudulenta, además de que sus directivos utilizaron un equipo de ejecutivos para esconder miles de millones de dólares en deudas mediante artificios contables, la creación de entidades de propósito especial y varias subsidiarias en paraísos fiscales. Aplicaron prácticas contables altamente cuestionables que fueron convalidadas por varios años para poder enmascarar los malos resultados, hasta que la situación se hizo insoportable e indefendible.
Desarrollaron informes financieros pobres e inexactos y lograron que la firma auditora Arthur Andersen obviara estas acciones, olvidando los principios éticos básicos, que una firma auditora debe tener presentes, lo que constituyó uno de los casos de fraude a gran escala con mayor impacto en la confiabilidad de los involucrados. Enron, se centró en actividades de transporte de gas natural, electricidad, Internet y los mercados financieros, con operaciones en más de 30 países, y en donde las operaciones mediante swaps y transacciones opacas con otras entidades vinculadas lograron incrementar notablemente los ingresos.
El fraude de WorldCom, caso representativo que muestra la importancia para las organizaciones de realizar una buena gestión de riesgos para medir las amenazas y un robusto Gobierno Corporativo para evitar fraudes o manejos indebidos. Que estuvo valorada en 180.000 millones de dólares en 1999, y que fue investigada por ocultar sus pérdidas con maniobras contables, declarándose en bancarrota en el 2002.
Sus accionistas perdieron cerca de 180.000 millones de dólares y al menos 20.000 personas se quedaron sin trabajo. La manipulación y fraude, en donde se valieron igualmente de este tipo de prácticas, concretamente de un incremento de los resultados de tipo corriente a través de una calificación errónea de los gastos corrientes como gastos derivados del capital, de la malversación de fondos, del desvío de dineros de un lugar a otro. Además, se hacían préstamos para cubrir los huecos y así se fueron acumulando deudas que no se podían pagar.
El caso de Charles Ponzi que estafó 20 millones de dólares a sus víctimas con un equivalente a 225 millones actuales por medio de una estafa piramidal que consiste en prometer rentabilidades increíbles por una inversión que en realidad es ficticia. El pago de los intereses se hace a cuenta del dinero recaudado de nuevos e incautos inversores. «esquema Ponzi».
Lehman Brothers, un grave caso de fraude, donde la estructura nominal del gobierno corporativo y su administración de riesgos de Lehman era una farsa, pues la corporación se salió de control al no administrar el riesgo en la aplicación de préstamos mentirosos, con fuentes de ingreso ficticias, todo lo cual colapsó con la caída del mercado secundario de préstamos de baja calidad. Lehman se convirtió en una corporación insolvente por el exceso de préstamos y malas inversiones. Sin embargo, ocultó estas malas inversiones a través de medios tradicionales y no reconoció sus pérdidas.
Escándalo Odebrecht, una corporación transnacional organizó un sistema de soborno a nivel mundial, una trama de corrupción masiva dentro de la que formaban parte directivos, políticos y contratistas; que acabo exponiendo en diversas jurisdicciones a sus directivos, personal y accionistas a penas de prisión y multas, así como a múltiples disputas, demandas, contenciosos administrativos e indemnizaciones millonarias a favor de los Estados defraudados.
Podemos concluir, que es una necesidad ineludible las buenas prácticas de Gobierno Corporativo y una gestión de riesgos empresariales, que nos otorgan una serie de beneficios, fortalecen la adecuada administración de las empresas, disminuyendo la existencia de conflictos entre las partes interesadas, que administre y gestione eficazmente el riesgo operacional, lo cual se complementa con la adopción de un Sistema de Cumplimiento Compliance “seguir las reglas con el cumplimiento y el respeto de las normas, directrices y reglamentos”.
Mitigando los riesgos relacionados con la administración de la sociedad, permitiendo que la organización actúe con ética, buenos principios y competitividad; la lucha contra el fraude tema fundamental, inhibiendo cualquier tipo de ilícito, a través de la adopción de prácticas y procesos para proteger sus valores y objetivos; y mejorando conjuntamente, la capacidad para la toma de decisiones, reduciendo la necesidad de supervisión por parte del Estado y mejorando también la calificación de riesgo de la entidad, un control o supervisión de las actividades desempeñadas por el personal de la empresa, y las Empresas, eviten la responsabilidad penal derivada de la desorganización corporativa estructural, la irresponsabilidad organizada y la culpabilidad por defecto de la organización empresarial, y no acaben siendo incriminados penalmente por omitir el cumplimiento de normas de autorregulación impuestas por la legislación o las normas del sector regulado donde se desempeña.
Dr. Luis Adolfo Meneses Romero
Director de Riesgos Operacionales y Laborales
Reconocido internacionalmente en el 2021 y nuevamente en el 2022, en el ranking Leaders League – Ranking Internacionall – En Compliance – Riesgos – Cumplimiento – Baker Tilly Perú